La comunicación en la pareja. Terapia de Pareja
El ser humano es un ser social por naturaleza. Para que existan dichas relaciones, debe existir un vehículo que las gestione y eso se consigue a través de la comunicación. Pero no siempre resulta fácil expresar en nuestro círculo social, aquello que queremos o que nos disgusta, aquello que necesitamos o rechazamos. Si hablamos de relaciones de pareja, esta tarea puede ser aún más complicada.
Procesos terapeutas de pareja
Uno de los pilares básicos de una relación sana, es tener buenas herramientas de comunicación. En psicólogos la Serna Fuenlabrada se llevan a cabo procesos terapéuticos de pareja y la queja más común suele ser lo complicado que resulta la comunicación entre ambos miembros de la pareja. «No me escucha (con atención) cuando hablo» «No le digo lo que me pasa para evitar una discusión”. Si nos paramos a pensar un momento, estas frases nos pueden resultar muy familiares.
Para empezar hay que aclarar que la comunicación no sólo se basa en decir lo que pensamos sino que también implica escuchar al otro y lo más importante, cuidar las formas de lo que queremos transmitir.
Por mucho que digamos «Si nosotros nos comunicamos mucho, nos decimos todo lo que nos molesta» si lo hacemos solo centrados en el “Yo” o si lo hacemos de una manera agresiva (ironizando, siendo sarcásticos o incluso llegando al extremo: gritando) estamos perdiendo el objetivo principal que consiste en comunicar para producir cambios. Con este tipo de comunicación es fácil que más que un cambio, lo que consigamos es hacer daño a la otra persona y/o que se produzcan resistencias por parte de nuestro interlocutor a escuchar y asimilar el mensaje que le queremos mandarle.
Errores más frecuentes en las comunicaciones en pareja
Por esto desde Clínica La Serna te explicamos los errores más frecuentes que evitan que tengamos una comunicación eficaz y sobre todo sana:
- Querer que la otra persona adivine cuáles son nuestras necesidades. Como ya hemos dicho, es la comunicación lo que nos hace sociales. Esa reciprocidad en los mensajes hace que sepamos cómo actuar con el otro. El error más común en una pareja es pensar o creer que el otro debe adivinar qué queremos. Lo más útil en este caso es hacer explícitas nuestras necesidades.
- Interpretar lo que dice la otra persona. Si tenemos un mensaje claro de lo que el otro quiere, es totalmente inútil e innecesario hacer interpretaciones que pueden distorsionar el mensaje que se nos quiere transmitir.
- No escuchar a la pareja. Se suele dar con mucha frecuencia, que en las diferentes conversaciones que mantenemos con nuestro entorno, no se escuche activamente. En el caso de las relaciones de pareja, más aún porque, en situaciones de discusión, se entremezclan nuestras necesidades con nuestras emociones. Es muy común que nos estemos entrando más, en aquello que vamos a decir que en aquello que se nos está diciendo y que resulta clave para entender, lo que el otro nos está pidiendo.
- Recordar el pasado. Si cada vez que hablamos con nuestra pareja, «echamos en cara» lo que pasó tiempo atrás, se pierde el objetivo de la comunicación y de alguna manera estamos castigando a nuestro interlocutor. Esto supone un desgaste muy grande en la pareja ya que supone reabrir conflictos que deberían estar gestionados y cerrados.
- Hablar con un estado emocional de ira alto. En estos casos es mejor posponer la conversación en un momento en el que las emociones estén reguladas ya que, van a ser ellas las que dominen la situación y no el propio diálogo.
- Personalizar. Para no dañar nuestra propia autoestima, es recomendable detectar en qué momento de la conversación hemos empezado a atribuir que lo que dice la otra persona (refiriéndose a una situación) va dirigido a que somos nosotros (el otro día…. Entonces soy mala persona)
- No mostrar empatía. Tenemos que tener muy claro que nuestra pareja es la persona a la que queremos y por ello, ponernos en su lugar para no hacerle daño es un signo de respeto hacia el otro.
- Elegir cualquier momento o lugar para mantener una conversación. Como y hemos comentado, es tan importante el mensaje como el contexto. Hablar de asuntos importantes en lugares inadecuados (en el trabajo, en casa de unos amigos) o en el momento inadecuado, va a hacer que la comunicación se pierda ya que estamos siendo interferidos por un montón de estímulos externos que nos pueden distraer de nuestro propósito inicial.
- Usar un tono de voz y un lenguaje gestual agresivo. Si gritamos a la otra persona o la intimidamos con gestos de tipo agresivo, no sólo estamos perdiendo la credibilidad de lo que decimos, también estamos consiguiendo que la otra persona pueda sentir miedo hacia nosotros. Esto puede dar lugar a que la persona que se siente agredida, no acepte lo que le queremos comunicar o lo que es peor que se aleje de nosotros.
La pareja tiene una parte de fluir y caminar sola y otra que consiste en trabajar para hacer que crezca. A veces por nuestra historia personal u otros factores puede ser que nos encontremos con barreras para hacer que nuestra relación amorosa salga adelante.
Aquí te hemos dejado unas recomendaciones, pero si quieres saber más no dudes en contactar con Clínica- La Serna.
PSICÓLOGOS FUENLABRADA
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