Quiero compartir con todos vosotros mi experiencia.
Mis problemas con la ansiedad empezaron hace algunos años.
A consecuencia de una temporada complicada a nivel personal, donde se acumulan varios problemas de diferente índole: trabajo, familia, pareja , me empecé a notar que no me encontraba bien, que ya no era yo misma, me costaba pensar claro, me empecé a encontrar triste, empecé a no poder dormir bien, a sentir miedos irracionales, me empecé a alejar de la gente, sentía que mi cabeza no podía parar de pensar , no tenía ganas de ver a nadie. Cada día era más difícil que el anterior. Me agobiaba todo, la gente, el sol, la música, los sitios cerrados… Es entonces cuando empecé una batalla con la que era una desconocida para mi, LA ANSIEDAD. Recurrí a ayuda profesional, enseguida me tratan con medicación. La medicación me ayudó mucho pero pasaba el tiempo y aunque yo me volvía a sentir bien, cuando intentaba dejarla volvían mis miedos y angustias. Me di cuenta después de cuatro años que el tratamiento sin terapia no servía.
Es cuando llegue a la consulta de Isabel, una gran profesional. Me calmaba mucho ir con ella, le ponía nombre a todo lo que me pasaba , y sobre todo lo normalizaba, me sentía entendida y me daba esperanzas y positividad: YO PODRÍA CON ELLO.
Empecé en un nuevo trabajo, una buena oportunidad laboral que no podía dejar escapar. Me costaba mucho afrontar día a día los baches que podían surgir con mis funciones diarias, me costaba mucho comunicarme cuando algo no me parecía bien, o con lo que no estaba de acuerdo. Algo tan sencillo como irme a mi hora a casa y decirle a mis superiores: esto para mañana.
No sabía expresar. Me ponía nerviosa, le daba mil vueltas a la cabeza, no dormía bien, afectaba a mi relación de pareja.
Empezaba a sentir que la situación me controlaba .
Con la ayuda de Isabel y de la terapia, empiezas a entender dónde están los límites de uno mismo y empiezas a respetarte y a respetar a los demás. La importancia de ser una persona asertiva. Saber decir lo que piensas sin sentirte culpable. Hacer lo que consideras mejor para ti aunque no sea lo mejor para los demás. Con esta terapia y con ayuda de Isabel aprendí a trabajar los errores y aceptarlos transformándolos en aprendizaje. Aprendí a saber decir No, a racionalizar. A no sentirme culpable.
No voy a decir que fue fácil. Es muy importante la actitud, constancia y dedicación a lo largo de toda la terapia. A veces piensas que puede no llegar a funcionar pero poco a poco vas dando pequeños cambios.
Ahora soy capaz de disfrutar de mi trabajo sin tener miedo a equivocarme o a tener que expresarme con claridad. He mejorado la relación con mis compañeros y en concreto con mi jefa. Me siento más fuerte y segura de mi misma.
Recomiendo a todo el que se plantee empezar una terapia elegir a un profesional que te haga sentir tan cómod@ como necesitas.
Y recomiendo a Isabel para empezar un camino que no es fácil pero te conduce a mejorar y superar. Sin duda se que cuento con Isabel si vuelvo a tener algún bache en el que necesite ayuda. Y recomiendo la terapia como elemento fundamental para superar los problemas de ansiedad.