tratamiento del duelo

Dossier para el tratamiento del duelo

Objetivo: recolocar a la persona fallecida psicológicamente a través del procesamiento emocional de la pérdida. Conseguir que el paciente sienta esa pérdida de manera natural y no de manera ansiógena o con emociones de tristeza profunda.

 

*IMPORTANTE: establecer muy buena alianza terapéutica para poder llegar junto con el paciente a sus emociones. Sin este paso, será difícil reelaborar sus emociones.

 

Evaluación tratamiento de duelo

  1. Quién era la persona.
  2. La naturaleza del apego.
    • La fuerza del apego:
    • La seguridad del apego
    • La ambivalencia en la relación
    • Los conflictos con el fallecido son también determinantes.
  1. Tipo de muerte: enfermedad crónica, suicidio, etc.
  2. Antecedentes históricos: si ha habido pérdidas anteriormente y cómo se desarrolló el duelo.
  3. Variables de personalidad: estilos de afrontamiento, patologías previas y/o actuales. Resulta más difícil elaborar las pérdidas en personas con Trastorno Límite de la Personalidad o con un Trastorno Narcisista.
  4. Variables sociales: Si el paciente tiene creencias religiosas y si posee un círculo de apoyo social y/o mascotas.
  5. Otros tipos de estrés simultáneos: Cambios vitales importantes después de la pérdida: económicos, familiares, sociales.

 

Tareas en el tratamiento de duelo

  1. Aumentar la realidad de la pérdida.

Gestionarlo a través de preguntas orientadas hacia eventos reales que han sucedido en torno a la pérdida del fallecido. Esto ayuda al paciente a conectar con la realidad.

 ¿Dónde se produjo la muerte? ¿Cómo ocurrió? ¿Quién te lo dijo a ti? ¿Dónde estabas cuando te enteraste? ¿Cómo fue el funeral? ¿Qué se dijo en el servicio religioso?

  • Adaptar estas preguntas a las modalidades de rito funerario que se están realizando a causa del COVID-19.

¿Cómo llevasteis a cabo la despedida? ¿Os reunisteis por medio de alguna plataforma virtual? ¿Qué se dijo de la persona fallecida? ¿Habéis hecho algún tipo de homenaje?

En el caso de poner altares o recordatorios en casa, es importante vigilar que no están expuestos más tiempo del debido porque entonces se produce un proceso de “momificación”.

Si no se ha realizado ningún ritual se puede aconsejar a la persona fallecida cómo realizarlo en esta circunstancia tan especial.

 

  1. Ayudar a la persona asesorada a tratar tanto las emociones expresadas como las latentes.

En esta tarea se pretende identificar las emociones que generan el fallecimiento del ser querido intentando identificarlas y poniéndole nombre. Puede ser que en este proceso, las emociones se desplacen hacia otras personas (el médico, el gobierno, las funerarias, el propio virus…) Es importante identificarlas, ver hacia quién van dirigidas (establecerlo por partes) y darles su significado. Hay una serie de emociones que suelen ser las más comunes en los procesos de duelo. Es importante explorarlas teniendo en cuenta la relación que el paciente tenía con la persona fallecida. Esto nos va a dar muchas pistas de cara a la intervención.

Emociones a explorar:

  • Enfado
  • Tristeza
  • Culpa
  • Ansiedad o impotencia

Técnicas para un correcto tratamiento del duelo

Rueda de las emociones:

Esta técnica sirve para que la persona identifique las emociones que está experimentando en este momento. Lo importante de esta técnica es evaluar aquellas emociones secundarias que pueden estar enmascarando a las emociones primarias. Evocar también emociones positivas hacia la persona perdida. (VER ANEXO).

Carta a la persona fallecida:

Esta técnica narrativa es más proyectiva, no tan directa como la anterior. Con esta técnica podemos acceder a las emociones y pensamientos del paciente, minimizando el impacto de sus resistencias.

Dibujar:

En este caso podemos pedirle al paciente que dibuje las diferentes emociones que siente, dándole una forma, un color, etc. Es una versión de la técnica anterior, para aquellos pacientes que muestran unas resistencias más fuertes aún.

Silla vacía: es una técnica que simula la presencia del fallecido. Esta técnica tiene como objetivo, que el paciente le puede hablar a la silla como si en ella estuviese la persona que ha desaparecido. Así podrá expresar aquello que piensa o incluso, algún asunto pendiente que tuviera con la persona fallecida.

  

Tener un contacto en el entorno para hablar de sus emociones:

Es importante que fuera de la clínica la persona pueda hablar de sus emociones con alguien cercano. Esto permite mantener el trabajo realizado en consulta y desarrollarlo en su contexto cotidiano. Además, si la alianza con el paciente es buena, podemos recoger lo que se comentó en esa conversación. Le pediremos que haga una lista de aquellas personas a las que puede llamar para hablar en caso de que lo necesite.

Reestructuración cognitiva: esta técnica se puede aplicar pero se recomienda que sea hacia el final de esta etapa. Lo más importante en un principio, es que el paciente pueda estar y ser en consulta, que tenga un espacio donde expresarse emocionalmente sin miedo. Seguramente el paciente presente distorsiones cognitivas que le estén impidiendo realizar el duelo con normalidad, pero esta técnica es muy confrontativa por lo que se recomienda realizarla cuando se han podido identificar las emociones en el paciente y se sienta seguro con ellas.

 

*IMPORTANTE: Hay que respetar los tiempos del paciente. Si se muestra reacio a expresar sus emociones, hay que ir poco a poco. Es importante hacer un proceso de reevaluación del estado del paciente a la vez que se aplican las técnicas. Es fundamental que el paciente salga estable de la sesión para no producir una desregulación que pueda perjudicarle gravemente. EXPLORAR CONDUCTAS O IDEACIONES SUICIDAS.

 

  1. Ayudar a superar los diferentes obstáculos para reajustarse después de la pérdida.

Esta tarea está centrada en ayudar al paciente a asumir aquellos roles o responsabilidades que tenía la persona fallecida. Para ello es importante empoderar al paciente, ya que aquí se produce un cuestionamiento de las capacidades personales junto con la pérdida del ser querido. 

Técnicas:

Evaluar a nuestro “Crítico Interno”: es una técnica que se centra en aquellas distorsiones cognitivas que se encuentran en la percepción de la autoeficacia del paciente. Cuando el paciente se tenga que enfrentar a realizar tareas nuevas de las que se encargaba la persona fallecida, seguramente le asalten muchas inseguridades. Para ello podemos utilizar un autorregistro de estos pensamientos para luego tratarlos. Es importante hacer una lista de sus cualidades positivas para que vea reflejado que tiene buenas cualidades de afrontamiento.

 

Situación desencadenante Voz crítica: qué me estoy diciendo ¿Cómo me hace sentir? Distorsiones que conlleva Pensamientos alternativos

 

 

Organización de tareas y resolución de problemas:

Con la nueva situación del paciente, resulta importante organizar aquellas tareas que el paciente tenga que realizar solo a partir de ahora.

Elaboración de lista de tareas:

Elaborar una lista de mayor a menor complejidad como si fuese una “jerarquía de tareas”. Podemos ir realizando las tareas de manera gradual, “premiando” aquellas tareas realizadas o incluso las sucesivas aproximaciones a ellas. Es importante enseñar al paciente a concretar objetivos específicos para que la magnitud de la tarea no le desborde. Se puede plantear también un plazo para realizarlas evitando así que el paciente haga una evitación de las mismas. Esta técnica se debe combinar con la anterior, ya que el paciente puede verse interferido por sus errores de pensamiento con respecto a su autoeficacia.

Resolución de problemas:

Esta técnica permite dotar al paciente de herramientas para poder afrontar los nuevos problemas que puedan surgir solos.

  1. Orientación hacia el problema: Hemos de fomentar la autoeficacia, la habilidad de reconocimiento de problemas, la concepción de problemas como oportunidades y la regulación emocional.
  2. Definición y formulación del problema: recopilar información relevante sobre el problema a partir de los hechos. Concretar los problemas de manera clara, concisa y objetiva.
  3. Generación de alternativas de solución: poner en marcha numerosas soluciones para resolver el problema guiadas por el principio de cantidad y diversidad.
  4. Toma de decisiones: descartar las que sean inviables o imposibles y analizar cada alternativa anticipando consecuencias positivas y negativas.
  5. Implementación de la solución y verificación: planificar la puesta en marcha de la solución estableciendo cada paso y los recursos necesarios para llevar a cabo cada uno de ellos. Se valorarán cada uno de los resultados paralelamente.
  6. Animar a decir un adiós apropiado y a sentirse cómoda volviendo otra vez a la vida.

 

En esta etapa simplemente se evalúa que el paciente, sea capaz de pensar en el fallecido si dolor y sin angustia. Este es el paso más difícil y seguramente haya que incidir en las etapas anteriores más de una vez antes de llegar aquí. El duelo termina cuando la persona siente que invierte sus emociones en las personas que están vivas y en su vida.   

  

RUEDA DE LAS EMOCIONES.

 

rueda de emociones en psicología

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