Pautas de higiene del sueño para niños
¡A dormir! Pautas de higiene del sueño para niños
Conseguir que nuestros hijos se vayan pronto a la cama y tengan un sueño reparador es fundamental para su rendimiento escolar y su estado emocional, ya que dormir bien influye directamente en su salud. A continuación os presentamos cuatro consejos que os ayuden a lograr que vuestros hijos se acuesten a una hora adecuada y descansen. Se trata de consejos generales que habrá que adaptar en función de la edad del niño/a.
Consejos para una buena higiene del sueño
1. Actividades nocturnas tranquilizadoras y relajantes.
Las actividades nocturnas deben empezar 60 minutos antes de la hora ideal para que tu hijo/a se vaya la cama. Estas actividades indican a su cerebro que es la hora de empezar a relajarse. Cuando el cerebro recibe este mensaje, da la orden al cuerpo para que aumente la producción de una hormona que se llama melatonina, la cual nos ayuda a dormir y a permanecer dormidos toda la noche, y a despertarnos por la mañana cuando la cantidad de melatonina en nuestro cuerpo se reduce notablemente.
Algunos ejemplos de actividades nocturnas que pueden realizar nuestros hijos son: mirar por la ventana para ver las estrellas, leer un libro, hacer un dibujo, hacer un puzle, jugar a algún juego de mesa, darse un baño… Las actividades nocturnas pueden cambiar cada noche, siempre y cuando todas sean tranquilizadoras y relajantes.
2. Encender pocas luces por la noche o tenerlas muy bajas.
El cuerpo humano produce melatonina cuando hay poca luz. Por eso, al oscurecerse el cielo, a nuestro cuerpo le resulta más fácil producir esta sustancia necesaria para dormir. La luz eléctrica complica un poco las cosas porque cuando se hace de noche, si tenemos mucha luz, nuestro cuerpo se confunde pensando que aún es de día y no produce la cantidad de melatonina necesaria.
Por consiguiente, para favorecer el sueño de nuestro hijo/a es muy importante encender pocas luces o tenerlas muy bajas, por lo que es mejor que realicé sus actividades nocturnas con poca luz. Una luz tenue y una actividad nocturna tranquila le ayudarán a relajarse.
3. No utilizar aparatos electrónicos
Televisor, ordenadores, videoconsolas o juegos muy divertidos e interesantes no son tranquilizadores ni relajantes sino que, hacen que nuestro cuerpo se active y crea que debe estar «alerta». Cuando nuestro cerebro está alerta no produce melatonina ni se relaja, por lo que 1 hora antes de irse a la cama no podemos dejar que nuestro hijo/a emplee ninguno de estos juegos o aparatos.
4. Rutinas.
Otro preparativo que hay que hacer para dormir bien es crear una rutina, es decir crear una serie de comportamientos que repitamos siempre de la misma manera y en el mismo orden. Cuando hay una rutina sabes lo que viene a continuación y estás preparado para ello, de tal manera que tu cerebro y tu cuerpo saben qué va a pasar.
Por ello es fundamental que nuestro hijo/a cree una rutina para irse a dormir, la cual empezará justo después de la actividad nocturna y acabará media hora más tarde, cuando te duermas. Una rutina puede ser beberse un vaso de leche, lavarse los dientes y dar las buenas noches a papá y mamá antes de meterse en la cama.
En ocasiones existen problemas del sueño más complejos como pesadillas frecuentes, terrores nocturnos, sonambulismo, bruxismo… que pueden hacer que en algunos casos la puesta en marcha de estas pautas generales no sea suficiente para solucionar el problema.
Ante cualquier duda consulte con nosotros.
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