Testimonio Isabel SH
Hace ya más de doce años tuve la fortuna de encontrar, en una búsqueda desesperada, a Isabel Sanz.
En aquellos momentos y tras padecer durante más de catorce años una etapa con un continuo y permanente sufrimiento emocional y psicológico, con reiterados ataques de pánico, ansiedad permanente y puntuales fases de depresión, me decidí a buscar ayuda profesional. Y no lo hice con la esperanza de que alguien pudiese curarme, pues ya me parecía imposible volver a ser una persona con una salud psicológica y un estado de ánimo saludable, sino simplemente con el deseo de que me ayudaran a sobrellevar lo mejor posible mi situación y que no empeorara aún más.
Tras iniciar la terapia con Isabel, psicólogo profesional en fuenlabrada, he de reconocer que los primeros meses fueron difíciles, pues tuve que enfrentarme a una realidad para la que no estaba preparado: que la mayor parte de mi sufrimiento provenía por un lado de una manera incorrecta de interpretar la realidad y por otro, de una amplia gama de pensamientos irracionales que sostenía como válidos y condicionaron mi estado emocional y por tanto mi vida.
Sin embargo, y gracias al efecto combinado de la gran profesionalidad y conocimiento de la terapia cognitivo-conductual de Isabel, de su método de trabajo, en el que me proporcionó las herramientas cognitivas necesarias y supervisó continuamente el uso que de ellas hacía, así como de mi compromiso para llevar a cabo todas sus indicaciones e incorporarlas a mi vida, pude liberarme tras algo más de veinte meses de terapia, de todo ese sufrimiento que limitaba y condicionaba por completo mi vida.
Y lo mejor de todo es que las enseñanzas y el aprendizaje que obtuve en la terapia me siguen acompañando hasta hoy, de modo que ante los inevitables embates de la vida y a pesar de los sinsabores y el dolor que se presenta de vez en cuando, tengo ya incorporadas en mi ser las herramientas que me permiten reducir significativamente mi sufrimiento y afrontar con esperanza y entereza las situaciones que desde entonces se me han presentado en la vida.
Solo puedo recordar a Isabel con una enorme gratitud por lo que aportó a mi vida y a mi bienestar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!