Síntomas y patologias Cornovarirus
Síntomas Coronavirus | ¿Cual son los síntomas y patologías por el Coronavirus?
¿Ansiedad por el Coronavirus?.
Según la OMS, diríamos que la ansiedad es una respuesta anticipatoria de un daño o desgracia futura acompañada de un sentimiento de malestar, síntomas somáticos de tensión y conductas de afrontamiento basadas en la evitación de aquello que se interpreta como catastrófico.
Definición de Ansiedad
También podríamos definirla como un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios físicos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos.
En esta situación vital por la que estamos pasando, es normal que en ciertos momentos sintamos preocupación por nuestros seres queridos y por la evolución de los acontecimientos.
Cuando nos exponemos a situaciones como salir a la calle para una cita médica, ir al trabajo, bajar a hacer la compra, o todo lo contrario, estar recluidos en un espacio cerrado como nuestra vivienda, puede ser frecuente que experimentemos una sensación de malestar.
Nos sentimos alerta, estamos más pendientes de lo que hay a nuestro alrededor, centramos nuestros pensamientos en todo lo que no podemos hacer, en si la gente que encontramos va protegida o no, o en si se mantienen las distancias de seguridad…
Pensamos de una manera muy habitual en sí hemos estados en contacto con el coronavirus y en sí hemos podido contagiarnos. Esto implica que percibamos algunos síntomas físicos, como palpitaciones, sensación de ahogo, sequedad bucal, sudor de manos, falta de concentración o mareos. A priori, experimentar estas sensaciones entraría dentro de la normalidad, ya que estamos ante una situación peligrosa y que tenemos que aprender a afrontar. Sin embargo, si estos síntomas se intensificasen durante la mayor parte del día, acompañándose además de pensamientos catastróficos sobre el futuro, sería positivo buscar ayuda psicológica para poder gestionar un estado de ansiedad que ya no está siendo adaptativa.
Es muy importante mantener unas estrategias específicas para poder controlar nuestro malestar, es por ello que desde Clínica de Psicología La Serna, trabajamos actualmente de manera online para poder ayudar a nuestros pacientes a sobrellevar esta difícil etapa y enseñarles a cuidarse a sí mismos y cuidar de los suyos.
Duelo
Hablaríamos de un proceso de duelo como aquella etapa que atraviesa una persona ante la muerte de un ser querido o ante una pérdida importante. Este es un proceso propio de la vida humana, por el que todos pasamos en algún momento y que nos acompaña, en diversas situaciones, a lo largo del tiempo.
Sin embargo, podemos hablar de un “duelo patológico” cuando se intensifican a lo largo del tiempo y de una manera significativa los siguientes síntomas:
- Preocupaciones intensas y añoranza persistente sobre el fallecido y las condiciones de su muerte.
- Importante dificultad para afrontar la muerte.
- Incredulidad o anestesia emocional en relación con la pérdida.
- Sentimientos frecuentes de rabia o culpabilidad en relación con la desaparición del ser querido.
- Evitación excesiva de recuerdos vinculados al fallecido.
- Deseo de muerte para poder reencontrarse con la persona que se ha ido o sensaciones de pérdida y confusión acerca del sentido de la vida.
- Percepción de un intenso sentimiento de soledad y desconexión del círculo social.
- Dificultad o reticencia a mantener intereses o hacer planes de futuro desde la pérdida.
Hay que tener en cuenta, que ahora mismo muchas personas están afrontando la pérdida de sus familiares de una forma traumática, ya que no están pudiendo hacer el acompañamiento del enfermo ni despedirse de ellos en sus últimos momentos.
Desde la Clínica de Psicología La Serna, trabajamos con aquellas personas que sufren un proceso de duelo patológico y estamos preparados para poder ayudar y acompañar a todas las personas que lo necesiten que hayan perdido a un ser querido por coronavirus.
Trastorno obsesivo
Esta patología se caracteriza por obsesiones (pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes) que se experimentan como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativo. Estas no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real y quienes las padecen intentan ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intentan neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
En ocasiones, las obsesiones van acompañadas a su vez de compulsiones (comportamientos o actos mentales) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos.
Las obsesiones y compulsiones pueden representar una gran pérdida de tiempo para el paciente o interferir marcadamente con su rutina diaria, su vida social o en su ámbito laboral.
Las principales recomendaciones que tenemos ahora mismo para intentar evitar el contagio, versan en su mayoría en la higiene corporal, lavado de ropa y manos, evitación de contacto de superficies o personas… Estos procedimientos que en la actualidad pueden asegurar nuestra salud y la de los nuestros, pueden llegar a agudizar o crear obsesiones sobre la limpieza y la higiene a medio y largo plazo, suponiendo un malestar significativo o empeoramiento a aquellas personas que sufren de esta patología.
Si crees que necesitas apoyo para controlar esta sensación de malestar y sus consecuencias, nosotros podemos ayudarte. Nuestro gabinete, Clínica de psicología La Serna, sigue trabajando con consultas online para poder evaluar y abordar este tipo de casos.
Trastorno por estrés postraumático
Esta patología se presenta generalmente en personas después de haber vivido o presenciado un acontecimiento impactante, terrorífico o peligroso.
Es natural sentir temor durante una situación traumática o después de ésta. Este temor puede llegar a provocar cambios físicos de una manera muy rápida para “prepararnos” y poder responder un peligro o evitarlo en el futuro. Esta respuesta de «lucha o huida» es una reacción típica que sirve para proteger a la persona de cualquier amenaza.
Casi todo el mundo tendrá una serie de reacciones después de una experiencia traumática. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperará de los síntomas de forma natural. Es posible que aquellos que continúen teniendo problemas, como estrés o sensaciones de miedo intenso incluso cuando ya no están en peligro, se les diagnostique con trastorno por estrés postraumático.
También cabe la posibilidad de que este trastorno afecte a personas que no han pasado por una situación peligrosa, pero si la han interpretado como tal (por ejemplo el fallecimiento inesperado de un ser querido, o una enfermedad).
Síntomas de trastorno por estrés postraumático | Coronavirus
El trastorno por estrés postraumático se caracteriza por la aparición de una serie de síntomas:
- Revivir mentalmente el acontecimiento traumático una y otra vez. Puede darse acompañado incluso de síntomas físicos como palpitaciones o sudoración. Las palabras, los objetos o las situaciones que hacen recordar el episodio también pueden desencadenar síntomas de reviviscencia.
- Pesadillas
- Pensamientos aterradores.
- Mecanismos para la evasión de situaciones o sensaciones temidas, manteniéndose por ende alejado de recuerdos, lugares, objetos o acontecimientos que traen recuerdos de la experiencia traumática.
- Vulnerabilidad.
- Tensión constante.
- Insomnio
- Ira, culpa o remordimiento.
- Hipervigilancia.
- Problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática.
- Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo que le rodea, desesperanza.
- Pérdida de interés en las actividades placenteras
Después de un acontecimiento peligroso, es natural tener algunos de los síntomas que se mencionaron anteriormente. Sin embargo, cuando estos persisten a lo largo del tiempo, pueden llegar a afectar gravemente la capacidad de una persona para seguir su vida con normalidad. Es frecuente que esta patología pueda venir acompañada de ansiedad y depresión.
Actualmente estamos viviendo una situación vital estresante, porque todas nuestras rutinas se han venido abajo. Nos exponemos además a importantes inseguridades, ya que no podemos elaborar planes a corto, medio o largo plazo, o simplemente no podemos cuidar y recibir el afecto de nuestros familiares y amigos. Hasta cierto punto, sería normal que experimentásemos síntomas como el insomnio, las pesadillas, la hipervigilancia, la falta de concentración o sentimientos intensos de ira o culpa.
Sin embargo, si estos persisten en el tiempo cuando esta situación haya acabado, y nos producen un malestar significativo en nuestra vida diaria, sería recomendable poder contactar con un especialista que nos ayudase a trabajar este problema.
A través de Clínica de Psicología La Serna, podemos ayudarte en este proceso, bien sea ahora mismo con nuestras consultas en modalidad online o en modalidad presencial en Fuenlabrada más adelante.
Problemas de pareja
A lo largo de nuestra vida, podemos experimentar algunas fases en las que la relación de pareja se vea deteriorada o afectada, bien sea por problemas intrínsecos a la propia pareja (celos, infidelidad, problemas con la familia de origen, nacimiento o perdida de un hijo etc.) o por problemas que tengan los miembros de la pareja que afecten de una manera súbita a la relación en sí (pérdida de empleo, problemas psiquiátricos o psicológicos, conflicto personal…)
En esta situación de aislamiento, se han producido de manera generalizada dos situaciones en concreto: parejas que viven juntas con o sin hijos y que van a compartir la mayoría de su tiempo en el mismo espacio o parejas que tendrán que estar separadas hasta que finalice este periodo de alarma.
Desde nuestro gabinete de psicología de La Serna, seguimos abordando estas casuísticas de manera online para ayudar a que la pareja tome las decisiones y lleve a cabo las pautas que más les favorezcan para tener una percepción de estado de bienestar, centrándonos sobre todo en analizar las necesidades de cada pareja, focalizando en trabajar con ellos, de manera conjunta o individual, qué indicaciones llevar a cabo para afrontar terapéuticamente este momento y gestionar las consecuencias del aislamiento por la pandemia por COVID-19.
Problemas de conducta en niños y adolescentes
Si hay un colectivo al que le afecta el tener que estar en casa de manera permanente, es a los más pequeños de la casa. Para ellos, la rutina es vital. Están acostumbrados a mantener los mismos hábitos a lo largo de la semana y a tener un espacio-tiempo de ocio fuera del hogar. Esto, les permite tener una sensación de seguridad y una pequeña capacidad de control, ya que gracias a la rutina son capaces de saber en qué día están (con sus actividades extraescolares o con los menús de casa y el comedor) e incluso planificar ciertos acontecimientos (por ejemplo, las actividades típicas del fin de semana o los horarios de estudio, deberes y juego).
Además, también debemos recordar que los niños más pequeños no tienen la capacidad de entender realmente qué es lo que está ocurriendo. Ellos no pueden racionalizar y entender como los adultos, lo necesario que es no salir a la calle o no ver a las personas que quieren. No pueden encontrar motivos o consecuencias positivas al sacrificio que supone este periodo de aislamiento.
Algo parecido puede ocurrirles también a los adolescentes, no solo por los motivos expuestos anteriormente, sino porque para ellos, el estar alejados de lo que les aporta sensaciones de libertad y autonomía, también es muy complicado. Para este colectivo también es difícil estar encerrados en casa compartiendo mucho tiempo con la familia, ya que sus principales refuerzos vienen dados por las relaciones sociales con sus iguales y no con los adultos.
Recomendaciones de expertos psicológicos
Si con anterioridad al estado de alarma por el coronavirus, ya teníamos un menor en casa que presentaba problemas de conducta (falta de límites, baja tolerancia a la frustración, problemas de autoestima, bajo rendimiento escolar, falta de control de la agresividad etc.) la convivencia en el hogar puede incluso verse deteriorada.
En nuestro gabinete de Psicología de La Serna, recomendamos aplicar estrategias que nos ayuden a mantener la rutina (seguir unos horarios parecidos de comida y sueño, utilizar una variedad de ropa similar a la que usábamos para trabajar o descansar cuando corresponda, dedicar tiempo a deporte o aficiones…) y todo ello trasladarlo también a los niños y adolescentes de la casa.
Si percibimos que están más irritables de lo normal o que les cuesta comprender el periodo que estamos viviendo, siempre podemos ayudarles a entender la situación a través de ejemplos vitales pasados o instándoles a colaborar de alguna manera con la situación si son adolescentes, y en el caso de los niños, mediante de juegos, cuentos o metáforas, ya que ellos aprenden mucho mejor con herramientas simbólicas que racionales.