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Testimonio Isabel SH

Hace ya más de doce años tuve la fortuna de encontrar, en una búsqueda desesperada, a Isabel Sanz.

En aquellos momentos y tras padecer durante más de catorce años una etapa con un continuo y permanente sufrimiento emocional y psicológico, con reiterados ataques de pánico, ansiedad permanente y puntuales fases de depresión, me decidí a buscar ayuda profesional. Y no lo hice con la esperanza de que alguien pudiese curarme, pues ya me parecía imposible volver a ser una persona con una salud psicológica y un estado de ánimo saludable, sino simplemente con el deseo de que me ayudaran a sobrellevar lo mejor posible mi situación y que no empeorara aún más.

Tras iniciar la terapia con Isabel, psicólogo profesional en fuenlabrada, he de reconocer que los primeros meses fueron difíciles, pues tuve que enfrentarme a una realidad para la que no estaba preparado: que la mayor parte de mi sufrimiento provenía por un lado de una manera incorrecta de interpretar la realidad y por otro, de una amplia gama de pensamientos irracionales que sostenía como válidos y condicionaron mi estado emocional y por tanto mi vida.

Sin embargo, y gracias al efecto combinado de la gran profesionalidad y conocimiento de la terapia cognitivo-conductual de Isabel, de su método de trabajo, en el que me proporcionó las herramientas cognitivas necesarias y supervisó continuamente el uso que de ellas hacía, así como de mi compromiso para llevar a cabo todas sus indicaciones e incorporarlas a mi vida, pude liberarme tras algo más de veinte meses de terapia, de todo ese sufrimiento que limitaba y condicionaba por completo mi vida.

Y lo mejor de todo es que las enseñanzas y el aprendizaje que obtuve en la terapia me siguen acompañando hasta hoy, de modo que ante los inevitables embates de la vida y a pesar de los sinsabores y el dolor que se presenta de vez en cuando, tengo ya incorporadas en mi ser las herramientas que me permiten reducir significativamente mi sufrimiento y afrontar con esperanza y entereza las situaciones que desde entonces se me han presentado en la vida.

Solo puedo recordar a Isabel con una enorme gratitud por lo que aportó a mi vida y a mi bienestar.

Testimonio Patricia G

Quiero compartir con todos vosotros mi experiencia.

Mis problemas con la ansiedad empezaron hace algunos años.

A consecuencia de una temporada complicada a nivel personal, donde se acumulan varios problemas de diferente índole: trabajo, familia, pareja , me empecé a notar que no me encontraba bien, que ya no era yo misma, me costaba pensar claro, me empecé a encontrar triste, empecé a no poder dormir bien, a sentir miedos irracionales, me empecé a alejar de la gente, sentía que mi cabeza no podía parar de pensar , no tenía ganas de ver a nadie. Cada día era más difícil que el anterior. Me agobiaba todo, la gente, el sol, la música, los sitios cerrados… Es entonces cuando empecé una batalla con la que era una desconocida para mi, LA ANSIEDAD. Recurrí a ayuda profesional, enseguida me tratan con medicación. La medicación me ayudó mucho pero pasaba el tiempo y aunque yo me volvía a sentir bien, cuando intentaba dejarla volvían mis miedos y angustias. Me di cuenta después de cuatro años que el tratamiento sin terapia no servía.

Es cuando llegue a la consulta de Isabel, una gran profesional. Me calmaba mucho ir con ella, le ponía nombre a todo lo que me pasaba , y sobre todo lo normalizaba, me sentía entendida y me daba esperanzas y positividad: YO PODRÍA CON ELLO.
Empecé en un nuevo trabajo, una buena oportunidad laboral que no podía dejar escapar. Me costaba mucho afrontar día a día los baches que podían surgir con mis funciones diarias, me costaba mucho comunicarme cuando algo no me parecía bien, o con lo que no estaba de acuerdo. Algo tan sencillo como irme a mi hora a casa y decirle a mis superiores: esto para mañana.
No sabía expresar. Me ponía nerviosa, le daba mil vueltas a la cabeza, no dormía bien, afectaba a mi relación de pareja.
Empezaba a sentir que la situación me controlaba .

Con la ayuda de Isabel y de la terapia, empiezas a entender dónde están los límites de uno mismo y empiezas a respetarte y a respetar a los demás. La importancia de ser una persona asertiva. Saber decir lo que piensas sin sentirte culpable. Hacer lo que consideras mejor para ti aunque no sea lo mejor para los demás. Con esta terapia y con ayuda de Isabel aprendí a trabajar los errores y aceptarlos transformándolos en aprendizaje. Aprendí a saber decir No, a racionalizar. A no sentirme culpable.
No voy a decir que fue fácil. Es muy importante la actitud, constancia y dedicación a lo largo de toda la terapia. A veces piensas que puede no llegar a funcionar pero poco a poco vas dando pequeños cambios.

Ahora soy capaz de disfrutar de mi trabajo sin tener miedo a equivocarme o a tener que expresarme con claridad. He mejorado la relación con mis compañeros y en concreto con mi jefa. Me siento más fuerte y segura de mi misma.

Recomiendo a todo el que se plantee empezar una terapia elegir a un profesional que te haga sentir tan cómod@ como necesitas.

Y recomiendo a Isabel para empezar un camino que no es fácil pero te conduce a mejorar y superar. Sin duda se que cuento con Isabel si vuelvo a tener algún bache en el que necesite ayuda. Y recomiendo la terapia como elemento fundamental para superar los problemas de ansiedad.

Miedos sociales. Por qué tengo miedo a los demas

Miedos sociales o Fobia Social

Dentro de los Trastornos de Ansiedad se encuentra la Ansiedad o Fobia Social. Este tipo de trastorno se caracteriza principalmente por presentar una serie de síntomas físicos y psicológicos, que pueden llegar a limitar la calidad de vida de las personas que lo padecen.

Síntomas del miedo social

Frente a una situación social como puede ser, acudir a una reunión, una cena de empresa o simplemente preguntar por una calle a un extraño, la persona puede sufrir los siguientes síntomas físicos:

  • Latidos rápidos del corazón.
  • Sudoración.
  • Malestar estomacal y/o náuseas.
  • Dificultad para respirar.
  • Sentir que la mente se pone en blanco.
  • Tensión muscular.

 A nivel de conducta, la persona que padece una fobia de este tipo se suele comportar de la siguiente manera:

  • Evita situaciones donde la persona cree que puede ser el centro de atención (como puede ser hablar en público)
  • Tiene ansiedad anticipatoria frente a la idea de exponerse a una situación social.
  • Padece ansiedad o un miedo intenso mientras se está produciendo la situación social.
  • Analiza al detalle la situación social vivida para ver dónde ha podido fallar.
  • Si ha habido una experiencia negativa, la persona espera las peores consecuencias posibles (“Van a pensar que soy tonto” “No me van a volver a llamar” )

Todos estos síntomas son muy incómodos y surgen como resultado de creer que estamos siendo observados constantemente y que vamos a ser juzgados (generalmente de forma negativa) por parte de los demás. Cabe decir que todas las personas en algún momento de nuestra vida social, hemos podido tener estos pensamientos y estas reacciones físicas. La diferencia entre Fobia Social y tener cierto grado de timidez reside en que la Fobia Social limita mucho la vida de las personas que la padecen.

En el Centro de Psicólogos La Serna, sabemos que las causas de padecer Fobia Social pueden ser muy diversas. Haber sido reprendido de pequeño por hablar cuando no “debíamos” (un ejemplo clásico es “Cállate que ahora están hablando los mayores”)  o alguna situación traumática como haber sufrido Bulliying en la etapa escolar, son algunos de los ejemplos que pueden haber causado este problema.

No nos podemos olvidar que todos tenemos unos rasgos de personalidad que nos inclinan a ser más o menos tímidos y que de alguna manera en conjunción con las situaciones que acabamos de describir, hacen que hayamos “aprendido” que, para ser valorados, “debemos” estar callados (ya que sería terrible decir algo “inadecuado” y que los demás no nos acepten por ello)

Los seres humanos, somos seres muy sociables y eso viene grabado en nuestra herencia genética como especie. En la Clínica de Psicólogos La Serna conocemos la importancia de tratar este tipo de trastornos ya que, esta situación normalmente hace que nuestra autoestima se vea disminuida, que podamos tener síntomas de tipo depresivo y los propios síntomas ansiógenos que el trastorno presenta de por sí.

 En Clínica la Serna con más de 20 años de experiencia, se abordan este tipo de problemas, ayudando al paciente a eliminar esos esquemas de pensamiento para sustituirlos por otros que nos permitan sentirnos más libres en este aspecto, y así poder disfrutar de las relaciones sociales que tenemos y de las nuevas que puedan surgir.

 

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Ansiedad, síntomas y posibles causas

¿Y si…? Los Pensamientos que rodean a la ansiedad

 

“Ya viene esa sensación de mareo otra vez, palpitaciones, manos sudorosas, opresión en el pecho. Siento como si estuviese viendo una película delante de mis ojos, como si estuviese en una nube. Todos los días lo mismo. Todos los días experimento estas sensaciones que no soporto y lo peor es que me dejan paralizado. Yo antes era capaz de hacer mi día a día con normalidad: coger el tren, ir a trabajar, ir al cine, salir con mis amigos  y ahora me siento atrapado, bloqueado y sin fuerzas para hacer mi vida  por si vuelve esta horrible sensación. ¿Qué me está pasando?” Leer más

Síntomas y patologias Cornovarirus

Síntomas Coronavirus | ¿Cual son los síntomas y patologías por el Coronavirus?

 

¿Ansiedad por el Coronavirus?.

Según la OMS, diríamos que la ansiedad es una respuesta anticipatoria de un daño o desgracia futura acompañada de un sentimiento de malestar, síntomas somáticos de tensión y conductas de afrontamiento basadas en la evitación de aquello que se interpreta como catastrófico.

Definición de Ansiedad

También podríamos definirla como un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios físicos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos.

En esta situación vital por la que estamos pasando, es normal que en ciertos momentos sintamos preocupación por nuestros seres queridos y por la evolución de los acontecimientos.

Cuando nos exponemos a situaciones como salir a la calle para una cita médica, ir al trabajo,  bajar a hacer la compra, o todo lo contrario, estar recluidos en un espacio cerrado como nuestra vivienda, puede ser frecuente que experimentemos una sensación de malestar.

Nos sentimos alerta, estamos más pendientes de lo que hay a nuestro alrededor, centramos nuestros pensamientos en todo lo que no podemos hacer, en si la gente que encontramos va protegida o no, o en si se mantienen las distancias de seguridad…

Pensamos de una manera muy habitual en sí hemos estados en contacto con el coronavirus y en sí hemos podido contagiarnos. Esto implica que percibamos algunos síntomas físicos, como palpitaciones, sensación de ahogo, sequedad bucal, sudor de manos, falta de concentración o mareos. A priori, experimentar estas sensaciones entraría dentro de la normalidad, ya que estamos ante una situación peligrosa y  que tenemos que aprender a afrontar. Sin embargo, si estos síntomas se intensificasen durante la mayor parte del día, acompañándose además de pensamientos catastróficos sobre el futuro, sería positivo buscar ayuda psicológica para poder gestionar un estado de ansiedad que ya no está siendo adaptativa.

 

Es muy importante mantener unas estrategias específicas para poder controlar nuestro malestar, es por ello que desde Clínica de Psicología La Serna, trabajamos actualmente de manera online para poder ayudar a nuestros pacientes a sobrellevar esta difícil etapa y enseñarles a cuidarse a sí mismos y cuidar de los suyos.

 

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Duelo

Hablaríamos de un proceso de duelo como aquella etapa que atraviesa una persona ante la muerte de un ser querido o ante una pérdida importante. Este es un proceso propio de la vida humana, por el que todos pasamos en algún momento y que nos acompaña, en diversas situaciones, a lo largo del tiempo.

Sin embargo, podemos hablar de un “duelo patológico” cuando se intensifican a lo largo del tiempo y de una manera significativa los siguientes síntomas:

  • Preocupaciones intensas y añoranza persistente sobre el fallecido y las condiciones de su muerte.
  • Importante dificultad para afrontar la muerte.
  • Incredulidad o anestesia emocional en relación con la pérdida.
  • Sentimientos frecuentes de rabia o culpabilidad en relación con la desaparición del ser querido.
  • Evitación excesiva de recuerdos vinculados al fallecido.
  • Deseo de muerte para poder reencontrarse con la persona que se ha ido o sensaciones de pérdida y confusión acerca del sentido de la vida.
  • Percepción de un intenso sentimiento de soledad y desconexión del círculo social.
  • Dificultad o reticencia a mantener intereses o hacer planes de futuro desde la pérdida.

Hay que tener en cuenta, que ahora mismo muchas personas están afrontando la pérdida de sus familiares de una forma traumática, ya que no están pudiendo hacer el acompañamiento del enfermo ni despedirse de ellos en sus últimos momentos.

Desde la Clínica de Psicología La Serna, trabajamos con aquellas personas que sufren un proceso de duelo patológico y estamos preparados para poder ayudar y acompañar a todas las personas que lo necesiten que hayan perdido a un ser querido por coronavirus.

 

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Trastorno obsesivo

Esta patología se caracteriza por obsesiones (pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes) que se experimentan como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativo. Estas no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real y quienes las padecen intentan ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intentan neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.

En ocasiones, las obsesiones van acompañadas a su vez de compulsiones (comportamientos o actos mentales) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos.

Las obsesiones y compulsiones pueden representar una gran pérdida de tiempo para el paciente o interferir marcadamente con su rutina diaria, su vida social o en su ámbito laboral.

Las principales recomendaciones que tenemos ahora mismo para intentar evitar el contagio, versan en su mayoría en la higiene corporal, lavado de ropa y manos, evitación de contacto de superficies o personas… Estos procedimientos que en la actualidad pueden asegurar nuestra salud y la de los nuestros, pueden llegar a agudizar o crear obsesiones sobre la limpieza y la higiene a medio y largo plazo, suponiendo un malestar significativo o empeoramiento a aquellas personas que sufren de esta patología.

Si crees que necesitas apoyo para controlar esta sensación de malestar y sus consecuencias, nosotros podemos ayudarte. Nuestro gabinete, Clínica de psicología La Serna, sigue trabajando con consultas online para poder evaluar y abordar este tipo de casos.

 

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Trastorno por estrés postraumático

 

Esta patología se presenta generalmente en personas después de haber vivido o presenciado un acontecimiento impactante, terrorífico o peligroso.

Es natural sentir temor durante una situación traumática o después de ésta. Este temor puede llegar a provocar cambios físicos de una manera muy rápida para “prepararnos” y poder responder un peligro o evitarlo en el futuro. Esta respuesta de «lucha o huida» es una reacción típica que sirve para proteger a la persona de cualquier amenaza.

Casi todo el mundo tendrá una serie de reacciones después de una experiencia traumática. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperará de los síntomas de forma natural. Es posible que aquellos que continúen teniendo problemas, como estrés o sensaciones de miedo intenso incluso cuando ya no están en peligro, se les diagnostique con trastorno por estrés postraumático.

También cabe la posibilidad de que este trastorno afecte a personas que no han pasado por una situación peligrosa, pero si la han interpretado como tal (por ejemplo el fallecimiento inesperado de un ser querido, o una enfermedad).

Síntomas de trastorno por estrés postraumático | Coronavirus

El trastorno por estrés postraumático se caracteriza por la aparición de una serie de síntomas:

  • Revivir mentalmente el acontecimiento traumático una y otra vez. Puede darse acompañado incluso de síntomas físicos como palpitaciones o sudoración. Las palabras, los objetos o las situaciones que hacen recordar el episodio también pueden desencadenar síntomas de reviviscencia.
  • Pesadillas
  • Pensamientos aterradores.
  • Mecanismos para la evasión de situaciones o sensaciones temidas, manteniéndose por ende alejado de recuerdos, lugares, objetos o acontecimientos que traen recuerdos de la experiencia traumática.
  • Vulnerabilidad.
  • Tensión constante.
  • Insomnio
  • Ira, culpa o remordimiento.
  • Hipervigilancia.
  • Problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática.
  • Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo que le rodea, desesperanza.
  • Pérdida de interés en las actividades placenteras

Después de un acontecimiento peligroso, es natural tener algunos de los síntomas que se mencionaron anteriormente. Sin embargo, cuando estos persisten a lo largo del tiempo, pueden llegar a afectar gravemente la capacidad de una persona para seguir su vida con normalidad. Es frecuente que esta patología pueda venir acompañada de ansiedad y depresión.

Actualmente estamos viviendo una situación vital estresante, porque todas nuestras rutinas se han venido abajo. Nos exponemos además a importantes inseguridades, ya que no podemos elaborar planes a corto, medio o largo plazo, o simplemente no podemos cuidar y recibir el afecto de nuestros familiares y amigos. Hasta cierto punto, sería normal que experimentásemos síntomas como el insomnio, las pesadillas, la hipervigilancia, la falta de concentración o sentimientos intensos de ira o culpa.

Sin embargo, si estos persisten en el tiempo cuando esta situación haya acabado, y nos producen un malestar significativo en nuestra vida diaria, sería recomendable poder contactar con un especialista que nos ayudase a trabajar este problema.

A través de Clínica de Psicología La Serna, podemos ayudarte en este proceso, bien sea ahora mismo con nuestras consultas en modalidad online o en modalidad presencial en Fuenlabrada más adelante.

 

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Problemas de pareja

A lo largo de nuestra vida, podemos experimentar algunas fases en las que la relación de pareja se vea deteriorada o afectada, bien sea por problemas intrínsecos a la propia pareja (celos, infidelidad, problemas con la familia de origen, nacimiento o perdida de un hijo etc.) o por problemas que tengan los miembros de la pareja que afecten de una manera súbita a la relación en sí (pérdida de empleo, problemas psiquiátricos o psicológicos, conflicto personal…)

En esta situación de aislamiento, se han producido de manera generalizada dos situaciones en concreto: parejas que viven juntas con o sin  hijos y que van a compartir la mayoría de su tiempo en el mismo espacio o parejas que tendrán que estar separadas hasta que finalice este periodo de alarma.

Desde nuestro gabinete de psicología de La Serna, seguimos abordando estas casuísticas de manera online para ayudar a que la pareja tome las decisiones y lleve a cabo las pautas que más les favorezcan para tener una percepción de estado de bienestar, centrándonos sobre todo en analizar las necesidades de cada pareja, focalizando  en trabajar con ellos, de manera conjunta o individual, qué indicaciones llevar a cabo para afrontar terapéuticamente este momento y gestionar las consecuencias del aislamiento por la pandemia por COVID-19.

 

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Problemas de conducta en niños y adolescentes

Si hay un colectivo al que le afecta el tener que estar en casa de manera permanente, es a los más pequeños de la casa. Para ellos, la rutina es vital. Están acostumbrados a mantener los mismos hábitos a lo largo de la semana y a tener un espacio-tiempo de ocio fuera del hogar. Esto, les permite tener una sensación de seguridad y una pequeña capacidad de control, ya que gracias a la rutina son capaces de saber en qué día están (con sus actividades extraescolares o con los menús de casa y el comedor) e incluso planificar ciertos acontecimientos (por ejemplo, las actividades típicas del fin de semana o los horarios de estudio, deberes y juego).

Además, también debemos recordar que los niños más pequeños no tienen la capacidad de entender realmente qué es lo que está ocurriendo. Ellos no pueden racionalizar y entender como los adultos, lo necesario que es no salir a la calle o no ver a las personas que quieren. No pueden encontrar motivos o consecuencias positivas al sacrificio que supone este periodo de aislamiento.

Algo parecido puede ocurrirles también a los adolescentes, no solo por los motivos expuestos anteriormente, sino porque para ellos, el estar alejados de lo que les aporta sensaciones de libertad y autonomía, también es muy complicado. Para este colectivo también es difícil estar encerrados en casa compartiendo mucho tiempo con la familia, ya que sus principales refuerzos vienen dados por las relaciones sociales con sus iguales y no con los adultos.

 

Recomendaciones de expertos psicológicos

Si con anterioridad al estado de alarma por el coronavirus, ya teníamos un menor en casa que presentaba problemas de conducta (falta de límites, baja tolerancia a la frustración, problemas de autoestima, bajo rendimiento escolar, falta de control de la agresividad etc.) la convivencia en el hogar puede incluso verse deteriorada.

En nuestro gabinete de Psicología de La Serna, recomendamos aplicar estrategias que nos ayuden a mantener la rutina (seguir unos horarios parecidos de comida y sueño, utilizar una variedad de ropa similar a la que usábamos para trabajar o descansar cuando corresponda, dedicar tiempo a deporte o aficiones…) y todo ello trasladarlo también a los niños y adolescentes de la casa.

Si percibimos que están más irritables de lo normal o que les cuesta comprender el periodo que estamos viviendo, siempre podemos ayudarles a entender la situación a través de ejemplos vitales pasados o instándoles a colaborar de alguna manera con la situación si son  adolescentes, y en el caso de los niños, mediante de juegos, cuentos o metáforas, ya que ellos aprenden mucho mejor con herramientas simbólicas que racionales.

 

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¿Ansiedad por el Coronavirus? Cómo nos puede ayudar la Psicología

Actualmente, estamos viviendo una situación extraordinaria que muchos no podríamos haber imaginado. Debido a la reciente aparición del virus denominado como Coronavirus (COVID-19), hemos visto cómo nuestras vidas han dado un giro radical. Esta situación es grave ya que estamos expuestos al contagio y al posible desarrollo de este virus y el problema es que actualmente, no sabemos muy bien cómo puede ser el desarrollo y las consecuencias del Coronavirus en nuestro organismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha decretado este virus como una pandemia (es decir, su afectación se ha extendido a toda la población mundial) y con ello nos vemos expuestos, a tomar una serie de medidas extraordinarias para poder combatirlo. Lavarse con frecuencia las manos, respetar la distancia social, aislarnos en caso de contagio, vigilar si aparecen síntomas para comunicarlo a las autoridades sanitarias y permanecer aislados en nuestras casas, son algunas de las medidas que hemos tenido que adoptar para hacer frente a esta situación. De momento, parece que el Coronavirus ha venido para quedarse y nos está poniendo a prueba.

 

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Coronavirus: Cómo nos puede ayudar la Psicología.

 

En Clínica La Serna sabemos que a nivel psicológico nos estamos enfrentando a muchas fuentes de estrés a la vez, y esto está teniendo consecuencias negativas en nuestro bienestar psicológico. Toda la incertidumbre que supone no saber cuándo se va a frenar el contagio, todo el miedo que provoca pensar que podemos ser contagiados, toda la tristeza que conlleva ver el número de fallecidos y el estrés que supone pensar qué va a suceder económicamente después de superar la pandemia, son algunas de las emociones que se van acumulando en nuestra mente. Estas emociones están provocando una situación de desregulación emocional bastante severa en muchísimas personas, por lo que resulta de vital importancia, aprender a gestionarla. A ello habría que añadirle que estamos las 24 horas del día encerrados en casa siendo bombardeados con información sobre el Coronavirus alimentando así, los estados emocionales que hemos comentado.

Este malestar se está produciendo en la mayor parte de la población porque frente a todos estos estímulos “amenazantes”, todos los organismos reaccionan más o menos de la misma manera. Es decir, es normal que se sienta angustia, miedo, ansiedad, síntomas depresivos, que tengamos pensamientos recurrentes y/o cierta hipocondría, porque nos enfrentamos a una situación única y excepcional. Frente a una situación de incertidumbre como esta, lo que está haciendo nuestro cerebro es responder manera natural para advertirnos del peligro, por lo que sentir este tipo de emociones, es lo normal.

Consejos de expertos psicólogos orientado al coronavirus

Poniendo un punto positivo, parece que el Coronavirus se puede frenar ya que, en otros países, han conseguido que esta situación se vaya solucionado poco a poco. Hasta que eso suceda en España, desde Psicólogos La Serna, nos gustaría ofrecer una serie de recomendaciones para poder gestionar este momento de estrés de la mejor manera posible. Seguir estos consejos nos puede ayudar a mantener el equilibrio mental que queremos y necesitamos en estos momentos. Todos son igual de importantes y gracias a ellos, podremos afrontar esta situación, sin vernos sobrepasados por ella.

Debido al período de confinamiento, hemos experimentado un cambio en nuestras rutinas. Esto supone un cierto desajuste para nuestra mente, por lo que se hace importante, “mandarle” un mensaje a nuestro cerebro, diciéndole que esa rutina sigue existiendo, pero de otra forma y con algunas variaciones Por ello, vamos a respetar los hábitos que manteníamos antes del período de cuarentena, vamos a regular algunos y a introducir otros nuevos. Todas estas medidas siempre van dirigidas hacia la obtención del mayor grado de bienestar que podemos alcanzar, en esta situación.

 

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Necesidades básicas a cubrir en la cuarentena por el coronavirus

En primer lugar, vamos a comenzar con las necesidades básicas. Si estas necesidades no están cubiertas o de una manera que no es la correcta, lo normal es que estemos de peor humor y/o más ansiosos. Por eso es importante:

  • Mantener un correcto horario de sueño. Es fundamental descansar solo el número de horas que necesitemos, ni más ni menos. También es importante no alterar los ciclos del sueño (dormir de día y estar despierto de noche). Para ello, no te despiertes ni te acuestes tarde, así no estaremos alterando los biorritmos del cuerpo y conseguiremos que funcione con normalidad.
  • Cuida tu alimentación. Al igual que el sueño, es importante llevar un orden correcto en las comidas, respetando los horarios que tenemos habitualmente y el número y cantidad de comidas al día que se hacían antes del período de cuarentena.
  • Hacer ejercicio. Este punto es muy importante ya que, por un lado, el sedentarismo es perjudicial a nivel físico y por otro, a nivel psicológico. Gracias al ejercicio, nuestro cuerpo genera una serie de neurotransmisores que se encargan de relajar a nuestro cuerpo. Si no tenemos costumbre de hacer ejercicio, con 20 minutos al día es suficiente.
  • Llevar la rutina de higiene que realizábamos. Ducharnos, llevar ropa limpia, etc. Esta recomendación parece muy evidente, pero como ya hemos dicho, es importante decirle a nuestro cerebro que todo sigue como siempre. Ahora aunque sea para estar en casa, debemos estar “arreglados” para que nuestra mente crea que seguimos con la rutina habitual.
  • Dedica unos minutos a tomar el sol en las estancias con más luz de tu casa. Es importantísimo tomar vitamina D. Esta vitamina proviene (entre otras cosas) de la luz del sol. Al estar en cuarentena, nos pasamos muchos días sin que nos de el sol y esto resulta muy importante para el estado de ánimo.
  • Planificar un horario de trabajo. En el caso de las personas que teletrabajan desde casa, es importante que su jornada tenga un principio y un fin, como si estuviesen trabajando desde la oficina. Para las personas que actualmente no trabajan, esta recomendación se aplica a las tareas del hogar. Es fundamental no tomarse la cuarentena como un período en el cual no hacemos nada o lo hacemos de manera muy desorganizada porque esto nos va a producir cierta alteración que más tarde se puede convertir en estrés. La clave está en plantear un horario en el cual haya un inicio y sobre todo un fin.
  • Organizar y planificar el ocio. Planificar el ocio significa que una vez terminadas las tareas obligatorias (teletrabajo y/o tareas del hogar) es fundamental tener refuerzos. Los refuerzos en esta situación son IMPRESCINDIBLES, ya que van a generar aquellos neurotransmisores que se encargan de generar en nosotros felicidad y relajación, además de distraernos momentáneamente de la situación que vivimos ahora mismo. Con respecto a la organización, recomendamos buscar aquellas actividades gratificantes que puedas realizar en casa, leer, cocinar, ver series, películas, etc. Si puedes hacerlos de manera compartida, muchísimo mejor, ya que el efecto reforzante será el doble. Un truco en este caso, es que los reforzadores “menores” se dejen para los días de diario y los más potentes para el fin de semana como sucedía antes. Por ejemplo: ver una serie a diario y en fin de semana conectar con personas conocidas para charlar o jugar a algún juego.
  • Dedicarle solo un rato a la información sobre el Coronavirus.  Es importante que evitemos estar pendiente constantemente de la información sobre el Coronavirus. Imaginemos por un momento que fuera de este contexto, estuviésemos mirando obsesivamente las malas noticias que suceden en el mundo. Seguramente nos sentiríamos indefensos y deprimidos. En este caso debemos actuar como lo haríamos normalmente, le dedicamos lo que se denomina un “tiempo basura” a ver las noticias sobre el COVID-19, y el resto del día evitamos consultar las noticias sobre este tema. Estar constantemente pensando en lo mismo, nos produce pensamientos recurrentes que solo nos llenan de ruido y pensamientos negativos nuestra cabeza.
  • Desconecta de todo a través de la relajación o Mindfulness.  A través de las diferentes aplicaciones que podemos encontrar en nuestros teléfonos o plataformas como Youtube, podemos encontrar vídeos o instrucciones sobre cómo realizar Mindfulness o relajación en un nivel básico. Con estas nociones ahora mismo sería suficiente para poder calmar y desconectar nuestra mente durante un rato.
  • Comunícate con los demás.  La comunicación en estos momentos es fundamental, nos une, nos distrae y nos ayuda a calmarnos si nos sentimos agobiados. Es muy importante que las conversaciones no giren constantemente en torno al Coronavirus y que sean llamadas telefónicas. Ya hemos hablado de ese “tiempo basura” que le tenemos que dedicar al día, procura que el tiempo que empleas en hablar con otras personas, sea para hablar otras cosas.
  • Si te sientes agobiad@, habla de cómo te sientes. Es importante hablar de nuestras emociones en este momento. Para poder “oxigenarnos” es fundamental poder compartir cómo nos sentimos, hablándolo con otras personas. Existen teléfonos gratuitos de ayuda psicológica que atienden en estos casos, sobre todo los más graves.
  • Mantener espacios separados y parte de nuestro tiempo, si se convive en pareja. La cuarentena nos trae una convivencia aún más intensa que antes. Para que esta situación no desgaste nuestra relación, puede resultar útil tener un espacio propio donde desarrollar el trabajo o parte de las actividades de ocio. Si no se dispone de este espacio, se puede hacer acordando turnos. Es normal que ahora haya más conflictos porque se ha intensificado la convivencia y por el propio estrés que está generando esta situación. Ante esto, es mejor calmarse y resolver los problemas con una buena comunicación.

Especialistas Psicólogos te ayudan

Con esta situación es normal que ciertas patologías como la ansiedad, depresión, hipocondría, el Trastorno Obsesivo Compulsivo, etc., se vean agravadas y/o den la cara.

En este caso desde Psicólogos La Serna te recomendamos que contactes con nosotros. Actualmente estamos realizando consultas online debido a las indicaciones ofrecidas por el Ministerio de Sanidad. Su desarrollo y el trabajo que se realiza dentro de las mismas, sigue siendo el mismo, con la misma calidad y siempre respetando el acuerdo de confidencialidad terapeuta- paciente independientemente de la modalidad de consulta que se emplee (presencial u online).

Con más de 20 años de experiencia en Psicología La Serna te ofrecemos nuestra ayuda para poder superar esta situación juntos.

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Mindfulness como herramienta para combatir la ansiedad

En los tiempos digitales en los que vivimos, permanecer concentrado durante mucho tiempo en una actividad resulta misión imposible. De hecho, según las estadísticas realizadas por diferentes estudios de salud mental, 11 minutos sería el tiempo de media máximo que somos capaces de prestar atención a lo que nos traemos entre manos. Pasado este tiempo, o algo/alguien nos interrumpe o son nuestros propios pensamientos los que nos desconcentran. Como bien dice Gabriel García de Oro en su artículo, “no estamos acostumbrados a estar presentes en el presente”.

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¿Qué es una crisis de pánico y cuáles son sus síntomas físicos?

A lo largo de nuestra amplia trayectoria como psicólogos en Fuenlabrada hemos atendido a pacientes que experimentaban con frecuencia las llamadas “crisis de pánico”. Obviamente, detrás de estos episodios puntuales se encuentran problemas de ansiedad más profundos que requieren de tratamientos especializados como los que realizamos en nuestra clínica. Pero antes de adentrarnos más en su cura, comenzaremos por contarte qué es una crisis de pánico y cuáles son sus síntomas físicos más evidentes.

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¿Cuándo podemos hablar realmente de un problema de ansiedad?

Si de algo nos hemos dado cuenta a lo largo de nuestra dilatada experiencia como psicoterapeutas clínicos es de la ligereza con la que muchas personas hablan de trastornos relacionados con la mente y el estado de ánimo. Decir Fulanito tiene depresión o Menganito sufre ansiedad es algo que se escucha con demasiada frecuencia y, en la mayoría de las ocasiones, sin demasiado conocimiento de causa. Por este motivo, hoy nos gustaría aprovechar nuestra trayectoria como psicólogos en Fuenlabrada para aclarar cuándo podemos decir que una persona padece realmente un problema de ansiedad.

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Ansiedad, Pánico, Agorafobia

Los trastornos de ansiedad, son mucho más comunes de lo que la mayoría de la gente cree.  Cuando vas en el metro en hora punta, estás en un concierto o simplemente en un banco o un  restaurante, puedes estar seguro que hay alguna persona allí, que está sufriendo algún cuadro de ansiedad.

Sin embargo en muchos casos, esta situación es considerada como algo que sólo nos afecta a nosotros, nos hace débiles, inferiores y probablemente pensemos que ya no hay una vuelta atrás. Miramos a los demás con envidia, resignación y pena hacia nosotros mismos. No nos sentimos capaces de realizar las mismas cosas que hacíamos antes y que vemos que los demás realizan cómodamente.

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